• Dirección: Diego Pérez
• Guion Adaptado: Bernardo Sánchez
• Intérpretes: Josué Lapeña, María Martínez-Losa, Ramón Barea, Inma Ochoa, Ricardo Romanos.
• Director de fotografía. Álvaro Sáinz.
• Jefa de producción: Andrea Álvarez.
• Directora de arte: Margui Díaz.
• Jefe eléctricos: Jacobo Anastasi.
• Maquillaje y Peluquería: Eva Amigo.

Andrés, un joven “maqui”, atractivo, de aspecto desaliñado y con notables síntomas de fatiga es perseguido por los civiles, se escuchan disparos y uno de ellos le alcanza en el costado. Andrés malherido, entra en un portal y sube las escaleras hasta llegar al piso más alto en el que se esconde, en un cuartito donde está el carillón y las campanas del reloj del Espolón.

Allí arriba, sobrevive como buenamente puede hasta que es descubierto por María, que le salva la vida. María es la criada del piso de abajo donde vive el jefe de policía y aprovecha los momentos en los que el señor está de servicio y la señora echándose la siesta o en misa, para subir a ver a Andrés y llevarle víveres y medicinas.

Entre los cuidados de María a Andrés y las confesiones de éste a ella sobre sus ansias de libertad, se va fraguando una mágica historia de amor entre ellos.

Ante las sospechas cada vez mayores de la señora, de que arriba pasa algo raro y de que todos buscan a Andrés, se despiden tras una noche de pasión y pactan huir juntos al día siguiente, pero nunca más volverán a verse.

Más de 70 años después, el relojero que mantiene y cuida del carillón, tras la reciente muerte de su madre, descubre en una pequeña libreta que ésta le ha dejado antes de morir, toda la verdad de la malograda historia de amor Andrés y María, sus padres. Y por primera vez, lo comparte con los asistentes en una de las visitas guiadas que suele realizar en el carillón.